Otra monstruización de duendes son los intoxicados. Esta monstruización se produce por el consumo por parte de los duendes, de vegetales rociados con insecticidas tóxicos. La monstruización por intoxicación se produce en segundos y es altamente contagiosa a través de fluidos corporales, tal como la sangre o la saliva, y torna al duende en un ser violento que intentará intoxicar, ya sea mordiendo o de otras formas, a todos los duendes o animales que se encuentre en su zona.

Por suerte, esta intoxicación está localizada en campos de cultivo humanos donde se usan productos tóxicos para matar a los insectos. Y los intoxicados acostumbran a pasar el día medio enterrados, entre las raíces de las verduras, esperando a que por allí pase una presa.

Esta monstruización se cura alimentando al duende, durante unos días, con verduras sanas y limpias, y agua.