Los ampollosos forman parte de la categoría de duendes monstruizados. Por suerte, cada vez hay menos, pues aparecieron en cierta época, en Europa, donde los países más desarrollados entraron en guerra, y destinaron cantidades ingentes de recursos a inventar nuevas maneras de matarse entre ellos. A esta guerra se le llamó Gran Guerra o Primera Guerra Mundial.

Una de estas horribles maneras de acabar con el enemigo fue el bombardeo con gas mostaza, una de tantas opciones químicas que se usaron en esta época, y que por suerte, se prohibieron por su crueldad y por el sufrimiento que producen en las personas.

El gas mostaza, concretamente, en los duendes, produce un palidecimiento de la piel, acompañado del brote de decenas o cientos de ampollas por todo el cuerpo. Y furia. Una furia irrefrenable que les lleva a atacar a otros duendes.

Esta monstruización dura alrededor de sesenta días y se cura sola, si se aleja al duende de posibles residuos de gas mostaza.