Los verdines son duendes que han bebido agua contaminada durante un tiempo prolongado, o agua extremadamente contaminada una vez. Esta infección convierte a los duendes en una especie de siervos de la contaminación. Acuden, por las noches, a dormir a las zonas más contaminadas de los ríos y, de día, salen a buscar a otros duendes para llevarles al río contaminado y obligarles a beber de él y convertirse en verdines. La naturaleza del contagio hace que se puedan convertir en una plaga en muy poco tiempo, pero la necesidad de estar cerca de aguas muy contaminadas limita su proliferación.

Su aspecto es el de un duende pálido recubierto de verdín (de ahí su nombre), sus ojos no tienen pupila y su iris es de algún color pálido. Se mueven despacio y huelen bastante mal.

Su infección se cura haciéndoles beber agua sin contaminar durante unos días.

Dónde leer más sobre ellos:

• Egao y el rio maldito.