Mogwai

Las antiguas leyendas chinas hablan de los mogway como seres malvados o traviesos que aparecen cuando hay inundaciones. No van en absoluto desencaminados.

Los mogway son crueles seres milenarios y acuáticos, que bajan con las grandes riadas que inundan los campos. No se conoce su origen, y solamente se sabe de ellos que provienen de las montañas más heladas, con el deshielo, que provoca grande inundaciones. Los mogwai se alimentan de peces en grandes cantidades, y cazan duendes, aparentemente, por diversión. Además, aprovechan las inundaciones para desovar. Diseminan cientos de huevos, que se esparcen por todas partes y eclosionan en apenas unos días. Los mogwais recién nacidos se alimentan vorazmente, alcanzando el tamaño de un adulto, en apenas unas horas. Luego, mogwais jóvenes y antiguos suben el cauce del río, y vuelven a la montaña.

Así, cada primavera, los mogwai se multiplican y los ataques son cada vez más virulentos y destructivos.

Son seres enormes, comparados con un duende. Poseen un exoesqueleto como el de un crustáceo, y están provistos de fuerza descomunal e inteligencia. Son capaces, a pesar de su apariencia agresiva, de imbuir confianza en sus presas, los duendes, de modo que son capaces de atraparlos con ardides. Se cree que tienen alguna capacidad mágica de hipnosis, o que emiten alguna feromona que afecta al comportamiento de duendes y humanos.

Las antiguas leyendas, de cuando los duendes y los humanos aún no habían perdido el contacto del todo, hablan de que los mogwai hablaban con los humanos, y les preguntaban sobre el paradero de los duendes, que se escondían. Los humanos, afectados por la hipnosis, confiaban en los mogwai y delataban a sus pequeños amigos, arrepintiéndose después, al ver el resultado.